Muchos guardamos con profundo cariño los recuerdos de nuestra infancia cuando recolectamos frutillas silvestres y hongos durante nuestros paseos campestres.
Escondidos entre los frondosos bosques de la Patagonia, coloridos frutos como el Calafate, resaltan para aquellos que aprendieron a distinguirlos entre el paisaje arbóreo, tal como alguna vez lo hicieran nuestros antepasados.
¿Quién no recuerda el desafío de llenar un tarro de leche con maravillosas frutillas silvestres?
Admitámoslo, la mayoría de ellas no llegaba al tieso. Terminábamos con una sonrisa en nuestros labios teñidos del rojo intenso de sus dulces jugos.
Hoy, toda la riqueza y diversidad de aquellos parajes se encuentra bajo una nueva perspectiva. Menos romántica, pero, además, mucho más práctica.
El potencial para desarrollar agro-negocios es tan grande que la secretaría regional ministerial de Agricultura se ha planteado la necesidad de realizar investigaciones que permitan identificar cuáles son y qué características tienen los productos forestales no madereros (PFNM) en Magallanes.
De acuerdo con el seremi José Fernández, el objetivo principal es asegurar la sustentabilidad de estos productos buscando ampliar la matriz productiva de los agro-sistemas mediante el desarrollo de paquetes tecnológicos. Afirmó Fernández lo siguiente “Es necesario diagnosticar, luego experimentar para desarrollar innovación, y potenciales negocios sustentables.”
INIA Kampenaike y sus investigadores, han estado investigando los usos, propiedades y reproducción comercial del Calafate hace ya algún tiempo.
Señala la investigadora del INIA, Claudia Mc Leod lo siguiente “El considerar al Calafate como un producto forestal no maderero otorga una oportunidad de protección y generación de estrategia de producción sustentable, con el objeto de generar oportunidades de negocio en los territorios, sin perjudicar el entorno.”
“Sin embargo, la domesticación y estandarización de la calidad para nuevos mercados agroalimentarios son un desafío que debe ser abordado al igual que el desarrollo de nuevos productos” acotó Mc Leod. Siendo esta área donde INIA concentrará sus recursos a corto y mediano plazo.
“Los PFNM son uno de los rubros más emergentes en Chile y, además, son productos que le dan un dinamismo a la agricultura local e identidad a la región” afirmó Francisco Sales, director regional de INIA.
Por su parte, el investigador Erwin Domínguez señaló que dentro de las actividades relacionadas PFNM se encuentran, la recolección de rosa mosqueta, maqui, calafate, musgos pon – pon, barba de viejo y morcella, así como hierbas, hojas, cortezas y semillas de diferentes especies.
Lo que evidencia el vínculo existente entre el hombre y la naturaleza en la búsqueda de alimento, medicina y oportunidades para el desarrollo económico-productivo, socio-cultural y ecológico de una localidad, región y país. Por otro lado, se debe considerar el uso racional de los ecosistemas forestales.
Este desafío fue abordado en un seminario realizado en Punta Arenas el miércoles pasado. Donde estuvo el encargado nacional de la línea de investigación de PFNM de INFOR, Jaime Salinas, para compartir su experiencia en el desarrollo sostenible de los PFNM.
En el catastro nacional realizado el año 2014, se determinó un total de 608 productos utilizados como aceites esenciales, infusiones ornamentales, alimentos funcionales y artesanía por las comunidades rurales, desde la región de Coquimbo hasta Aysén.
Sin embargo, destacó Salinas, que no existen datos para Magallanes “esta situación llevó a apoyar este seminario, porque junto al INIA estamos convencidos que existen numerosos alimentos funcionales, que sabemos que están presentes en esta región y son una oportunidad para el futuro.”
Entre las iniciativas privadas que se abordaron en el seminario, destacaron las relativas a un emprendimiento productivo vinculado con la elaboración de infusiones de Ñirre un árbol nativo de Magallanes, trabajo que ha sido desarrollado por el empresario César Busolich.
Explicó durante su presentación que “la infusión de Ñirre posee aproximadamente el doble de capacidad antioxidante que la infusión de té verde con Calafate y esto se debería a que estas plantas al estar cerca de los hielos eternos concentran mayor potencial antioxidante. Ahora vamos a trabajar en la certificación de nuestro producto como orgánico e implementar buenas prácticas de manejo, apoyados por Juan Ruiz gerente de la empresa regional Ruydo” quien expuso antecedentes silvícolas vinculados al Ñirre en Magallanes.
De igual manera se contó con la presencia de Conaf, con la participación del jefe del departamento de ecosistemas y sociedad, Sr. Washington Alvarado. Expuso las políticas económicas y administrativas de los PFNM y su uso sustentable, para contribuir a mejorar la calidad de vida de los actores relacionados a la recolección y comercialización en zonas aledañas a las Áreas Silvestres Protegidas.
El potencial de los PFNM es tan amplio que incluso tienen presencia en el arte. Entre los expositores destacó la artista magallánica, Josefina DÍaz, quien elabora micro paisajes usando los distintos elementos que recolecta en nuestros bosques australes como son: líquenes, helechos y musgos.
Combina estos elementos formando una especie de ventana que muestra un paisaje con los colores propios de la región.
También han recurrido a estos productos otros artistas en forma de pigmentos naturales para plasmar su visión artística.
Así mismo, estos productos han sido la fuente de inspiración y materia prima para el diseño de vestuario.
Respecto a las implicaciones de la cosecha del musgo Sphagnum, también considerado un PFNM, fueron expuestas por el investigador de INIA Erwin Domínguez junto al gerente de la empresa Lonquén, Ricardo Díaz, quien manifestó que “es una instancia importante para la región de Magallanes, considerando lo relevante que puede ser el musgo y la aplicación de una normativa que asegure la sustentabilidad de esta briófita.”
Por su parte Erwin Domínguez, señaló que dicha actividad abre la posibilidad de posicionar los PFNM en la región de Magallanes, vinculando a los empresarios, agencias públicas del agro y la academia, así como a los recolectores, para construir una agenda regional, público-privada, que trabaje en pro del desarrollo sostenible de estos productos.
Este punto fue ratificado al término de la cita por Mauricio Véjar, director de Conaf en Magallanes y por el director del INIA Kampenaike, quienes instaron a la conformación de una mesa de trabajo a corto plazo que permita el desarrollo de un rubro de manera sustentable.
Agradecimientos especiales a Elia Simeone y a La Prensa Austral por el artículo original titulado "El potencial de los productos forestales no madereros desconocidos en Magallanes" publicado en septiembre del 2018.
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